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Estudio prueba que mujeres prefieren silicona tras mastectomía por cáncer de pecho

El estudio, realizado por el Centro del Cáncer Memorial Sloan-Kettering de Nueva York, comprobó que las mujeres con los implantes de silicona estaban más felices con su aspecto y sensibilidad.

Las mujeres a las que se les realiza una reconstrucción mamaria después de una cirugía oncológica estarían más felices con los resultados cosméticos de los implantes de silicona que de la versión con solución salina, sugiere un estudio.

En 1992, Estados Unidos impuso límites al uso de los implantes mamarios de silicona porque podrían tener perdidas y causar cáncer o trastornos autoinmunes, como lupus y artritis reumatoidea.

Pero, desde entonces, distintos estudios, incluido uno del Instituto de Medicina, que es un panel asesor del Gobierno estadounidense, concluyó que no existe una asociación clara entre los implantes de silicona y esas enfermedades.

En el 2006, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el uso de dos marcas de implantes de gel de silicona en la reconstrucción mamaria y el aumento mamario cosmético.

Los cirujanos siempre sostuvieron que los implantes de silicona dan mejor resultado cosmético que las variedades con solución salina. Pero se desconoce qué piensan las pacientes, indicó la doctora Colleen M. McCarthy, cirujana del Centro del Cáncer Memorial Sloan-Kettering de Nueva York.

El equipo de McCarthy entrevistó a 672 mujeres con reconstrucción mamaria después de una mastectomía (extirpación mamaria) en los últimos ocho años en uno de tres centros de Estados Unidos y Canadá.

De las 482 mujeres que finalizaron el estudio, 306 tenían implantes de solución salina y 176, de silicona.

Las mujeres con los implantes de silicona estaban más felices con el aspecto y la sensibilidad de sus pechos después de la cirugía que las mujeres con los implantes de solución salina, según un cuestionario diseñado para medir el nivel de satisfacción.

Pero, "las mujeres con los implantes de solución salina también estaban satisfechas". La diferencia entre ambos grupos fue similar a la diferencia entre las mujeres que habían recibido radioterapia y las que no habían recibido ese tratamiento.

Las mujeres tratadas con radioterapia tendían a estar menos satisfechas con la reconstrucción mamaria, lo que para McCarthy no es sorprendente, porque esas pacientes tienden a tener más complicaciones asociadas con los implantes, como las contracturas capsulares (formación de tejido cicatrizado que comprime el implante y el tejido mamario de manera no natural).

McCarthy opinó que lo importante para las mujeres que se realizarán una reconstrucción mamaria es que "seguramente se sentirán mejor con el aspecto y la sensibilidad de los implantes de silicona".

Los implantes de silicona cuestan el doble que los de solución salina (unos 1.000 dólares por implante).

No existen, para la autora, diferencias significativas entre el riesgo de complicaciones con los implantes de solución salina y de silicona, como contractura capsular, dolor mamario y cambios en la sensibilidad del pezón o el pecho.

La principal diferencia, dijo, es que si el implante se rompe, el problema será más evidente con la versión de solución salina porque el implante "se vuelve plano". Entonces, hay que reemplazar el implante y el derrame de solución salina no tiene consecuencias para la salud.

En cambio, la rotura de un implante de silicona suele pasar desapercibida porque no se "desinfla", aunque el gel puede derramarse alrededor del implante. Las evidencias sugieren que el gel no provoca riesgos graves de salud, pero puede inducir la formación de tejido con cicatrices y dolor mamario.

Dado que esa rotura suele ser "silenciosa", la FDA recomienda que las mujeres se realicen una resonancia magnética cada dos años, a partir del tercer año posterior a la cirugía.

Publicado el 11/11/2010

Fuente: La Tercera